El Ninjutsu
El Ninjutsu, también conocido como Shinobi-Jutsu, y como Ninpō, es el arte marcial japonés del espionaje y la guerrilla, el arte marcial propio del Ninja. Este arte marcial se basa en grupos de técnicas y tácticas que han utilizado los guerreros ninja durante siglos. Los primeros datos que se tienen de la utilización de ninjas en el campo de batalla data del siglo V, lo que nos da una idea de la antigüedad de este estilo de lucha, que se complementaba con el aprendizaje de muchas habilidades útiles para el espionaje, como la caracterización o falsificación de documentos, así como ciertas prácticas esotéricas derivadas del Mykkyo, un antiguo sistema espiritual japonés esotérico.
La palabra Ninjutsu está compuesta por dos kanji:
NIN: Que significa tolerar, resistir, soportar, perseverar, ocultar; y
JA: Que hace referencia a la técnica, la habilidad.
Así pues, Ninjutsu podría traducirse como: El arte de la perseverancia.
En el siglo XX Japón utilizó el Ninjutsu como forma de entrenamiento de sus tropas de élite. No obstante eran tropas regulares dotadas de un entrenamiento especial, sin que se pueda llegar a considerarlos verdaderos Ninjas. El último registro real sobre el empleo de los Ninja por parte del gobierno japonés data de la segunda guerra mundial
Actualmente, con el término Ninjutsu se hace referencia a un conjunto de técnicas de mano vacía y con armas provenientes de antiguas escuelas Ninja, como Koto ryu, Gikan ryu, Gyokko ryu o Togakure ryu, entre otras. También incluyen métodos de combate, salto, ocultación, formas de caminar o de correr y en general formas especiales en la utilización del cuerpo para diversos fines de combate. En el Ninjutsu se utilizan armas como el Tachi ,Yari, Shuko, Kusarifundo, etc. En cualquier caso, hoy en día es aceptado comúnmente que la esencia del Ninjutsu se encuentra en estas características combativas, tanto defensivas como ofensivas. Sin embargo, un análisis más profundo e histórico de lo que fue el Ninjutsu, muestra que este arte se fundamentaba en métodos de infiltración en territorio enemigo para obtener información valiosa, causar el caos o para inducir rumores e información falsos en el enemigo. A veces la infiltración era un primer paso para la posterior confrontación militar de manera que el guerrero Ninja podía ser enviado al interior de una fortaleza para, desde dentro, ejecutar cualquier tipo de estrategia militar, sin embargo, las descripciones escritas de infiltraciones son un tema apenas transmitido textualmente y en todo caso no se usaba el término ninjutsu para referirse a estas técnicas sino más bien shinobi komu o shinobi iri, que hacen referencia a la infiltración de incógnito.
El ninjutsu tuvo sus orígenes principalmente en las provincias de Iga y Koga (Japón). En la era del Japón feudal, el país estaba dividido en docenas de provincias gobernadas por los señores de la guerra o Daimyo. No eran raras las luchas por el poder entre estos Daimyo, que eran libradas por guerreros samurai que, siguiendo su código de honor o Bushido, luchaban y morían honorablemente en combate. No obstante, a veces la estrategia de guerra sugería el uso de guerreros que desempeñaran misiones especiales que contrariaban el código del Bushido. Estas tareas eran desempeñadas por ninja, perfectamente adiestrados para sobrevivir en todas las condiciones y llevar a cabo la misión encomendada. Solían consistir en recabar información del enemigo, espionaje, sabotajes o asesinatos de cargos importantes. Para el guerrero ninja, el completar la misión que se le había encomendado era vital.
Los ninjas, shinobi o kunoichi originalmente no usaban estos apelativos para denominarse a sí mismos. Se consideraban meros practicantes de estrategias políticas, religiosas y militares culturalmente opuestas a las miras convencionales de la época. Así, el ninjutsu se desarrolló como una oculta y alta contracultura ilegal frente a las reglas establecidas por la élite samurai, y por ello los orígenes del arte fueron ocultados por el misterio y el secretismo. Al igual que otros artes y métodos de combate, el arte del ninjutsu fue un secreto transmitido en familia de generación a generación, de padre a hijo, o al mejor estudiante de la escuela. El proceso de desarrollo del ninjutsu contó con diversas influencias de guerreros y de áreas de conocimiento como la estrategia militar, religión, filosofía, folclore, aspectos culturales, medicina, misticismo... Se aunaron técnicas de combate con técnicas de infiltración y se crearon clanes organizados de monjes guerrero llamados Yamabushi, actuando clandestinamente en la seguridad que las montañas les ofrecían. Los Yamabushi, reputados por sus facultades psíquicas, eran poseedores de una ciencia esotérica, transmitida de maestro a discípulo en los templos de la organización. Estas órdenes parece que evolucionaron a partir de unos grupos de ascetas ermitaños, que seguían el sendero del Shugendo, la vía de los poderes, una especie de síntesis de las técnicas dominadas por algunos individuos sobre la realización de si mismos. Los Yamabushi fueron, pues, aquellos que viviendo en las montañas les enseñaron Shugendo a los Ninjas, en tanto que los Ninjas transmitieron su arte a los Yamabushi.
Su edad de oro data de los siglos XII al XVI y surgió en el centro geográfico de las discrepancias políticas y religiosas de los señores feudales de Osaka, Kyoto, Nagoya y Tokyo, quienes decidieron resolver sus conflictos en las tierras de Iga y Koga. Los habitantes de estas zonas comenzaron a desarrollar un arte astuto y furtivo que empleaba todas las argucias para minar los ejércitos que ocupaban sus tierras. Así, los guerreros ninja aprovecharon la superstición del pueblo para llevar a cabo sus acciones, convirtiéndose primero en leyenda y más tarde en mercenarios que trabajaban para los shogun que los contrataban. De este modo, los ninja llegaron a dominar su cuerpo y mente a través de intensos ejercicios y duro entrenamiento y eran grandes conocedores del terreno en donde se desarrollaban sus acciones. Fueron apoyados e instruidos por grupos religioso-esotéricos como los monjes Yamabushi, Ubasoku o Sennin, ermitaños de las montañas. Aprendieron así las artes del control mental mediante posiciones místicas con los dedos que canalizan la energía, las cuales legendariamente proporcionaban al ninja poderes asombrosos, y del hipnotismo.
Existieron múltiples escuelas que entrenaban a shinobi, cada una de las cuales lo hacía con métodos o técnicas que las distinguían del resto. El ninjutsu, desarrollado en el Japón feudal, comprendía una serie de técnicas de supervivencia, métodos de obtención de información y técnicas de camuflaje o despiste, así como conocimientos de escape, arquería, armas, técnicas de combate, medicina, explosivos o venenos. A lo largo de la historia, el shinobi ha sido definido erróneamente como un asesino espía. Parece ser que hasta el medievo, el ninja era en su mayor parte, un guerrero solitario. Sin embargo, durante el periodo medieval, comenzaron gradualmente a crearse grupos o clanes asociados a ciertas localizaciones que controlaban el territorio. En el periodo Sengoku, los ninja estuvieron activos y los clanes se hicieron más organizados. Al contrario, durante el periodo Tokugawa, se deterioró la estructura y organización de los clanes ninja y se volvió hacia un guerrero ninja más solitario.
Es un frecuente error histórico el considerar separadas conceptualmente las técnicas de combate del ninja y del samurai, dado que aquéllas son una evolución o adaptación de éstas (según ciertos autores). Quizá por culpa del espectáculo cinematográfico y documentales erróneos, se tiende a considerar al ninja como enemigo del samurái, cuando la realidad apunta a una posible simbiosis que los situaría en más estrecha comunión. Remarquemos que muchos líderes ninja eran a la vez samurai de renombre, que ocultaban su condición clandestina como indicaba la tradición.
Dentro de los distintos clanes ninja, algunas mujeres eran entrenadas para realizar labores de espionaje y reconocimiento, las cuales eran conocidas como kunoichi. Aunque seguían un entrenamiento similar al de los ninja varones, su arma principal era el de la seducción y su belleza. La principal base de su educación se enfocaba en aprender el uso y preparación de venenos, el engaño, así como sacar partido de los encantos de su género. De este modo se buscaba que las mujeres fueran capaces de introducirse en el castillo enemigo ya fuese como acompañantes, sirvientes o bailarinas.
Aunque la historia dibuje al Ninja como un terrorista, muy probablemente esto sea fruto de leyendas y supersticiones que el pueblo alimentaba debido al secretismo de la práctica del Ninjutsu. En vez de esto, el Ninja era una persona que no buscaba la confrontación porque entendía el verdadero valor de la vida y el significado de la muerte. El Ninja luchaba por sobrevivir y era un guerrero que luchaba por las tierras que le alimentaban, por su gente y por sí mismo.
El Ninja era todo esto y más. El verdadero Ninja lo era así en ese entonces, en ese remoto momento de la historia... y lo es en la actualidad...